Publicaciones de los silencios que

he llenado a través de mis años


miércoles, 5 de agosto de 2009

La margarita deshojada

Siempre la veía, feliz, llena de color, con sus pétalos abiertos hacia el sol.
Una flor radiante que perfumaba el ambiente.

Pero un dia llegó la sombra, le habló dulcemente al oido.
Le prometió poemas eternos, le prometió ensueños tejidos
con hilos de oro envueltos en promesas,
Le juró nubes de algodón que tocarían su piel.

La margarita dejó que la sombra le diera abrigo,
Ya la luz no llegaba a sus hojas,
Ya el sol no le daba vida.
La lluvia no podía saciar su sed,
Y la brisa no la mecía al atardecer.

Llegó la noche y las sombras se multiplicaron.
Hicieron sus conjuros, reian por su desventura.
Saciaban su maldad quitandole su color.

Yo miraba a la margarita desde mi ventana
La veía inclinarse sedienta,
Intenté sostener sus hojas,
Intenté quitarle el polvo de sus pétalos

Pero... ella no supo leer que mis lágrimas
intentaban protegerla.

Y poco a poco se moría...

La margarita se estaba deshojando...